martes, 20 de mayo de 2014

Necesidad


Sucede de repente que tu cuerpo, falto de emociones excitantes por un largo periodo en hibernación, ansía con toda la intensidad  que es capaz de soportar, incluso de un poco más, aquello que sin buscar ha sido colocado frente a ti. Un visto y no visto que vino para quedarse dentro de tu cabeza. Desarmada,  a merced del frío y de los gélidos caminantes blancos, a las afueras del muro; así te quedas.

Mas no ves las señales de peligro, pues estando en horas flojas  una se ciega y no ve un pijo; y lo que se está convirtiendo en imposible te va calando, calando, hasta extremos de necesidad vital que te asusta, cuando ya no te asustas por casi nada. Una humedad continua como cuando te plantas bajo la lluvia intensa en mitad de una carretera observando  fijamente cómo, lo que más deseas, se aleja irremediablemente de tu lado. Y haces intentos, miles, sin apenas resultados; y los que son, no son lo que tú esperas.



"No quiero necesitarte porque no puedo tenerte". Se repite en tu cabeza el  lamento hecho palabra de aquel Robert tras cuatro días de amor intenso, cuatro días para recordar que se alargaron el resto de su vida en celuloide. Y lloras con esa sensación extrema de llanto como cuando viste por primera vez aquella secuencia maravillosa de un tipo en un cine, a solas, visionando todos esos besos y abrazos censurados durante una eternidad, montados con el cariño de un hombre sencillo que le quiso tanto que le dijo vete de aquí, no vuelvas nunca. Y vuelves, siempre vuelves, todo vuelve.

Y te ves extendiendo la mano lentamente para tocar esas  gotas que caen de la alcachofa de la ducha en esa bañera en la que momentos antes ha estado él enjabonando su cuerpo. Ese mismo cuerpo que has acariciado hace escasos minutos  de ese hombre que, sin saber porqué, te intimida y al que deseas sin freno. Te ilusionas.
Meses más tarde, ocurre algo parecido cuando en su casa de nuevo, metes tu cara en su albornoz, impregnándote toda, cuando lo que de verdad deseas  es fundirte en abrazo brutal con su dueño, y no separarte por un rato largo, mezclarte con él como cuando emulsionas las barritas bicomponentes. Bricolaje emocional de un solo sentido, y así no se puede.

Necesidad. (Del lat. necessĭtas, -ātis).1. f. Impulso irresistible que hace que las causas obren infaliblemente en cierto sentido.2. f. Aquello a lo cual es imposible sustraerse, faltar o resistir.3. f. Carencia de las cosas que son menester para la conservación de la vida.4. f. Falta continuada de alimento que hace desfallecer.5. f. Especial riesgo o peligro que se padece, y en que se necesita pronto auxilio. 

Cumples todos los significados, te destapas, desnudas  tu  cuerpo y tus ojos. Necesitas, pero armada con tus sentimientos no eres débil…y sonríes porque la vida es un círculo plano, porque estamos en fase preludio constante, uno tras otro…. Y así, hasta que otras manos te tocan por primera vez, te excitan y tu universo se expande.

Sueñas con no herir, con no repetir tus errores de juventud, porque nunca es tarde para dar un giro, nunca. Lo que importa es que, llegado el momento final, sepas que intentaste hacerlo lo mejor posible y que no dejaste cartuchos sin usar.




2 comentarios:

Estos son los que no se callan, y me encanta que así sea